6 de enero de 2013

¡Salimos esta noche!

Salir una noche de marcha es la actividad más estresante y compleja que pudiera imaginar. Ni siquiera dedicándose una a la logística he conseguido jamás pasar la velada perfecta y he llegado a la triste conclusión de que eso no existe. No hay veladas perfectas ni usted es mi tía y salir por la noche, muchas veces, puede convertirse en un auténtico calvario que hace que la opción de quedarse en casa no te remuerda la conciencia por aquello de "somos jóvenes, hay que salir". 

En primer lugar, la coordinación con los amigos. ¿Será posible que ésta sea la parte más difícil del plan, por favor? ¿Tendrán la culpa los malditos móviles de última generación (generación de mal-quedas), que nos permiten cambiar los planes en cuestión de segundos? Es que ya ni puedes poner la excusa de "no he leído tu mensaje", porque coño, te pillan en todas. Cualquiera ve si has leído el mensaje, hay plena cobertura en el metro, en el autobús, en el tren, en el rellano del edificio y hasta en tu váter. Esto ya no es lo que era, hombre. Qué poca formalidad, cuando antes con una llamadita al fijo, decíamos todos "a las 10 nos vemos en el bar X" y ahí estábamos puntuales y el que llegaba tarde se quedaba más colgao que Pocholo. Por lentorro y sin piedad. 

Una vez hemos conseguido -más o menos- organizarnos en cuanto a la hora: Sandra dice que nos vemos a las 23:30 en el O'Neils; Carmen que no la esperemos hasta la 1 que nos manda un "whatss" cuando llegue y ya le escribimos dónde estamos, Lidia que no llega porque no encuentra modelito todavía, que luego nos facebookea, que no la va el whatsapp! En definitiva, que tenemos que obviar estos pequeños detalles logísticos para centrarnos en la estética individual: 

A ponerse guapasss.

Cuando tienes 25 años, te empiezas a arreglar una hora antes de salir por la puerta, como mucho. Te pintas lo justo y cualquier trapo te sienta de fábula; bueno, a mí por lo menos me pasaba. 

Pero en la misma frecuencia que avanzan los años, tu ropa del armario: Desaparece. Y de forma inexplicable, con más de 30 años ya no tienes nada que ponerte ningún sábado por la noche, a pesar de que visitas el Bershka, el Strafalarius y el Mango más a menudo de lo que tu Visa desearía, que la tienes tiritando, mona. Tienes cientos de trapos y ninguno te vale para salir. De modo que entramos en un DEFCON 1 clarísimo, que pone en grave peligro toda la operación. 

No tengo ropa que ponerme. No salgo. 

Como son las 12 del mediodía (y tú ya llevas desde las 10 de la mañana mirando el armario como si fuera a salir el león de Narnia en cualquier momento), decides que te vas de compritas y algún trapo chulo encontrarás. 
Te gastas 60 euros en una camiseta que no vale más de 20 y te vas tan contenta para casa, sintiendo que la noche promete, de nuevo ves luz al final del túnel. Piensas orgullosa: "si es que tengo salidas para todo, qué pedazo de mujer en la que me he convertido, hoy voy a arrasar". 

Te duchas y te pones la mejor ropa interior que tienes, la más sexy no, ¡error!, porque se te marcan las costuras y pareces un redondo de ternera, incluso si eres delgada eh!. Así que como tú no sales para ligar sino a bailar y pasarlo bien con tus amigas, te pones algo medio decente y listo. Tú eres una mujer sexy de todos modos, ¡qué narices!

Fase de chapa y pintura. 

Llega la hora de la verdad. De echar mano de una buena dosis de creatividad, imaginación y...de amor propio, chica. El espejo no hace "raros", es que tienes ojeras. Como no te has echado la siesta, porque llevas todo el santo día organizando la salida, tienes unas bolsas que no hay pepino, hielo, mascarilla, más baratilla, crema, sérum, corrector, super corrector...que las tape. Asúmelo, con 25 no tenías ojeras nunca, ahora las tienes. Son parte de ti, se han instalado en tu cara como okupas y no tienen intención de irse. La madre que las parió, me voy a operar pero ya!

Cuando por fin sales de casa, es muy importante, pero que muy importante LA ACTITUD.

Tú eres guapa y lo sabes. El mundo lo sabe. Quien tuvo retuvo. Las maduritas somos más atractivas, etc etc...¡Pero si yo solo salgo a charlar un rato y a bailar con mis amigas!

En el próximo capítulo intentaré desvelar las claves para sobrevivir a una noche de marcha que se suponía "tranquila". 

¡A mover el esqueletorro!

















4 comentarios:

  1. jajajaja "pe peo toa!!" defcon1? Estado de Excepción!! el ejército a la calle!! yo muchas veces he estado a puntico de apuntarme a un programa de transformación de imagen... y lo mejor de todo es cuando llegas al bar X y las falsorras de tus amigas, después de haberte puesto como un puto cuadro picassiano te dicen "alaa que mona!!" falsassssssssssssssssssssss

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  2. Sobre los cursos de maquillaje deberías hablar en tu blog. Te invito a hacerlo, amiga, puede ser memorable!

    Las falsorras de tus amigas siempre te dirán que estás mona, porque ellas solo quieren que salgas, como sea, pero que salgaaaaaaaaaas por Diosss!

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  3. Maquillaje estilo libre o a croll?? porque claro dependiendo de uno o de otro....
    Si, efectiviwonder, aunque lleves ese día unos pantalones al más puro estilo King África, en plan multicolor y cinemaskope, te dirán que vas divina, es más, querrán que siempre vayas así como el puñetero payaso de micolor para que ellas liguen más!!! ya sabes, por eso de la selección natural...

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    1. Esos pantalones los quiero ver ya! Prometo no sacar fotos...

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