12 de enero de 2013

¿Me tira la pelota, por favor?

"Señora, nos tira la pelota, por favor?"

(Prggggg arrggg urrghhfffff crrggprrttuggrrggajjarrdddghh)

Cualquiera que lea esta frase diría que el niño que la ha dicho es educado, amable, hasta simpático y todo el chaval. Me fijo que hasta dice "por favor", esto hoy en día es admirable en un niño de unos 11 años, tal como están los colegios y las demandas por acoso de profesores a alumnos...

Pero voy a ser honesta. Resulta que esa petición me la han dirigido a mí. La pelota iba en mi dirección y el niño simpático me habla A MÍ. Me ha dicho "señora, nos tira la pelota?". El puto niño. Lo mato...sujetadme que lo estampo contra un muro de carga.

¿¿¿Pero qué narices enseñan ahora en los colegios???

El caso es que me cabreo porque no entiendo nada, como siempre, vamos. No entiendo por qué me llaman de usted unos niños con los que podría casi ponerme a jugar al fútbol, o fumarme unos pitis, o marcarme un "ganga style" como si fuera uno más. Coño, que yo hago Zumba fitness, por Diosss!!!. Entonces busco desesperadamente un escaparate para mirarme y ver en qué me he convertido. Seguro que hoy no me maquillé bastante, que mi ropa está pasada de moda y parezco la Rotenmeyer, que necesito cirugía ambulatoria urgente porque tengo unas arrugas que no las plancha ni mi amiga Sara un domingo por la noche...por favor, ¡¡¡¡Ayuda!!!! Y además mi jeta del momento tiene que ser un poema, yo mirando al chaval, con la pelota junto a mí, analizando la situación, mientras él espera solo por la pelota de los huevos. A ver, niño imbécil, a ti quién te ha dado permiso para llamarme de "usted"???? Que te reviento la cabeza con la pelota...

Lo que en realidad sale por mi boca en esos momentos -que no me ha pasado una vez solo-, es la típica frase "hombre, chaval, no me llames de usted...anda, toma tu pelota". 

Patética frase. Patética actitud. Patética toda yo. 

Es como si suplicaras que te llamaran de tú, ahí en plena calle, delante de todos los presentes. Ruegas al niño que te mire dos veces y vea que no eres mayor, que estás en lo mejor de la vida, ¿pero no te das cuenta, chiquitín?. 

Tras el lamentable incidente con el niño cabrón, tomas la determinación de demostrar que tú eres joven, te peinas un poco mirándote en el escaparate de una tienda y cambias el gesto, tu forma de andar (estás cansada de narices porque vienes de trabajar, solo vas a comprar el pan para la cena, coño ya, y para casa!), pero parece que se te ha metido un muelle por el culo, porque de repente cada adoquín de la calle es un resorte, tú tienes que caminar sonriendo, saltando y sonriendo -lo justo porque se marcan las arrugas.

No controlo el "momento niño-balón", pero mucho menos soy capaz de controlarme en el "momento Ahorramás". Ése sí que te digo que me saca de mis casillas...Cuando piden la vez y tú estás en la frutería, llega la señora de evidentes 60 primaveras o más y suelta: "voy detrás de esta señora"...

Ufffff...respira, Elena, respira hondo...no hables, tú mira los tomates que están bien de precio...no digas nada, cariño, que no va por ti...Pero SÍ, va por ti. Y además tienes que responder porque te han pedido la vez, no te puedes hacer la sueca, por muy rubias que tengas las mechas. "Sí, soy la última, como ha dicho esa señora mayor". ¡¡¡Tomaaaaaa!!!! Y ahora qué, eeeh, pedazo de zorra??? Quién es señora y además mayoooor? Jo, qué a gusto me he quedado, mira la cara de la bigotuda ésta octogenaria que no entiende nada (tendrá unos 50 años como mucho, pero yo la acabo de añadir 30 más por petarda). 

Para mi sorpresa he descubierto, tras meses y meses de observación analítico-científica, que a partir del momento en que tú llamas en público a alguien "señora" (y mayor, para tocar los güivols), nadie más te vuelve a llamar de usted. Ni siquiera el frutero, que ahora se dirige a ti porque ya te toca y dice "qué te pongo, guapa". Pero que tío más majo, que qué me pones?? Me pones cardiaca, ladrón! Tú sí que sabes tratar a una mujer, ole con ole los caracoles y que viva tu berenjena! Ay por Dios qué subidón más tonto me ha dao. "Pónme dos berenjenas y un calabacín que hoy estoy carnívora". Que la den morcilla, señora, me ha llamado de tú, ¡chúpate esa!

Mi tesis doctoral también ha analizado la estupidez femenina que se va transformando de más a más estúpida conforme avanzan los años. Cuando tienes entre 30 y 50, te quieres cargar a cualquiera que te llame de usted, vamos que los rociarías con gasolina y encenderías un piti como que no quiere la cosa. Pero a partir de los 50, he detectado que es justo al contrario. Si alguien de menos de 20 te llama de tú sin tener tu permiso, poco más y le pones contra la pared y le atizas en el culo con una regla, por malo, malandrín, caramba carambita carambirubi. ¿Quién te ha enseñado a ti educación, chaval? ¿No ves que soy una persona adulta y respetable? Por favor qué poca vergüenza, que yo tengo una categoría ya, vaya padres...

Lo que está claro es una cosa: ¡Que no estamos contentas con nada! Y que si un niño te llama de usted, pues llámalo tú a él de usted también y a tomar por saco. Al menos sabrás que no solo tú te has quedado a cuadros por una dichosa pelota...

Elena Turner

















4 comentarios:

  1. Querida E.T. anda, como el extraterrestre!! jejeje perdona si mi comentario no es muy acertado, te escribo desde el delirio del Lorazepan y la posesión demoníaca de mi nuevo flequillo. Estoy totalmente de acuerdo, es más, como ya dije en mi blog, por ley, debería estar estipulado que, a una mujer, solo se le llame "Señora" única y exclusivamente si la misma lleva en posesión un bastón.
    Buenas noches nos de Dios.
    Anasingrey.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si es que la ley es injusta por sí misma. Ay los que legislan, en qué perderán su tiempo...

      Saludos a tu flequillo.

      Eliminar
  2. Pues a mí, mira tú, no sé por qué, nunca me llaman señora, y el miércoles cumplo 46... ¡ay!perdón, quiero decir, 50...y de usted, pocas veces, la verdad...hay algo que falla, Elena querida, porque tu aspecto sinceramente y tu careto no dán para llamarte señora o de usted, mí no comprender. Analizo el tema y, sin saber más de lo que has contado, apunto una idea: ¿No sería el niño de los mormones de Dios o alguna secta similar? Pregúntale si sus padres pertenecían a Village People,¿O sería testigo de Jehová? ¡Bah! que le dén Bueno, mi consejo final es que como al niño no le puedes tocar porque te cae un paquete, que te desahogues con la vieja de la frutería, no hace falta pegarle, sólo dále un susto en plan: Te arranco la peluca ésa que llevas como me vuelvas a llamr señora, calva de mierda y te coloco una escarola."

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tú es que te quedaste en los 30 como mucho por algún pacto que hiciste con el diablo o qué se yo, porque jamás se me ocurriría llamarte a ti de usted!
      Lo mío creo que es una sucesión de encuentros con "gentuza", llámese vieja bigotuda llámese niño mormón jajajajaa (me ha ha gustado eso).

      Me apunto lo de la escarola, hay que tener recursos pa' tó'!!

      Eliminar