31 de marzo de 2013

En lo de ser madre y eso...

Cuando me planteé la posibilidad de ser madre, no pensé en los problemas del proceso, en la posibilidad de no conseguirlo, en la pasta que tendríamos que soltar -aunque lo he intentado por la vía pública. Solo pensé en lo que a mí me parece lo más importante: Pensé en si sería capaz de criar a un hijo, cuidarlo de bebé es lo más sencillo, de eso estoy segura, así que me refiero a todo lo demás, a partir digamos de los 14 años de la criatura. ¿Qué tal pinto yo de madre de un adolescente? ¿Seré una madre moderna e indulgente, enrollada, guay, comprensiva, educadora? ¿O seré una madre posesiva, dominadora, miedosa a la vez? Y quién narices lo sabe hasta que lo es, me dije. Pues en el proceso de preguntarme todo eso me alarmaba una preguntita nada más. ¿Y yo estoy destinada a ser madre? 

El destino. Hay quien cree a ciegas en él, en que todo está escrito y que todos estamos en este mundo con un proyecto, una labor, una vida al fin y al cabo, en concreto. Y hay quien cree que el destino es algo que te construyes tú mismo a cada decisión que tomas, con algún que otro atisbo de "destino involuntario", llámalo enfermedades, catástrofes y desamores que no has podido elegir tú mismo ni borracho perdido. 


Reconozco que no soy una de esas mujeres obsesionadas con ser madres. Ni por asomo. Sigo bebiendo cerveza, fumando más de la cuenta y aunque eso sí, mi alimentación es sanísima y lo digo con orgullo, no dejo de olvidar que lo primero y lo segundo mencionado son un obstáculo importante a mi objetivo. ¿Es realmente mi objetivo? No es el único en mi vida, por esto quizás no me lo he tomado -aún- tan en serio como para abandonar las cañitas y el tabaco...quizás por miedo a que incluso cuidándome como si fuera yo misma un recién nacido, no lo lograse. ¿Quizás busco una excusa por si no "sucede"? ¿Es el destino mi excusa? No, porque no creo en ello. Yo en lo que creo y mucho, es en la capacidad de la mente humana, ese músculo increíble que no utilizamos ni tan siquiera un 10% (http://www.xatakaciencia.com/psicologia/el-ser-humano-solo-utiliza-el-10-de-su-capacidad-mental-i).


Por supuesto, mi capacidad cerebral está en ese 10% de la media. Pero incluso en esa minúscula utilización de nuestro cerebro, somos capaces de influenciar a miles de personas y lo más importante, de motivarnos, desmotivarnos, hundirnos, levantarnos y querernos a nosotros mismos. Es fascinante. 

Como fascinante es nuestro sentido del humor. No concibo un ser humano que sea feliz sin tenerlo, creo que quien no lo posee, es un auténtico amargado, incluso para aquellas personas cuyas vidas terribles puedas entender que no es posible -y es normal- no tener ningún sentido del humor, aún creo que conservarlo te salva y te hace seguir adelante.


Y por el sentido del humor he tomado el camino, como siempre y quien me conoce lo sabe. Me parece que la empresa que estoy empezando, la de tener un hijo, está siendo más divertido de lo que podría imaginar. He leído  decálogos como éste que copio a continuación que me devuelven una sonrisa cuando la obsesión amenaza con aparecer, echando al sentido del humor de casa. Si quieres ser madre, ten claro estos puntos:




  1. Empieza a intentar tener hijos en cuanto tengas pareja. No importa que no estés preparada, en el futuro te arrepentirás.
  2. Harás cosas extrañas para quedarte embarazada, desde comer piña en exceso hasta quedarte con las piernas para arriba durante un buen rato después del sexo.
  3. Aprenderás en seguida lo que es el moco cervical y, aún más, lo incluirás muy a menudo en tu conversación.
  4. Te pondrás a llorar en los sitios más extraños cuando te venga la regla.
  5. Tu madre te empezará a enviar recortes sobre infertilidad. Sigue queriéndola, pero no los leas todos.
  6. Te pondrás celosa de todo aquel que consiga un embarazo, incluyendo un perro o una muñeca.
  7. Te dará la sensación de que todos tus contactos en facebook están embarazadas.
  8. Examinarás el papel higiénico cuando te limpies después de hacer pis como nunca habrías pensado que podrías hacerlo.
  9. Te relajarás y verás que, aún así, puedes no quedarte embarazada.

Como veréis falta el número 10 y es que parece que la autora original no lo escribió, no sé por qué. Lo voy a añadir yo, pero claro, me váis a disculpar: A mí manera.

10. Ni de coña hagas caso del punto 1 salvo que estés como una cabra. No se te ocurra intentar tener hijos con cualquier tolili que conozcas una noche de verano, porque entonces SÍ QUE TE ARREPENTIRÁS.

10.1. Da gracias que tu madre no controla internet para joderte viva con el punto 5, así que tus genes son buenos en tanto que te tuvo ya con 40 años y por tanto, es muy mayor para pilotar facebook, jeje. Lo mismo que agradecerá tu futuro hijo? Oh oh, ése ya no, porque tú pilotas!

10.2. Hacer cosas extrañas para quedarte embarazada (del punto 2): Pero vamos a ver, desde cuándo follar en cualquier sitio es una cosa extraña? Lo de las piernas para arriba, reconozco que me acordé pocas veces después, pero es que una se va al baño como si nada, mira es que tengo una obsesión que me cuelgo de la lámpara como un murciélago y ahí me quedo media hora...es una costumbre que tengo...

10.3. Sobre el punto 8. Soy una auténtica experta científica en analizar fluidos del papel higiénico. Desde mi endometriosis hasta el flujo de ovulación, creo que podría tener futuro como analista de laboratorio. Porque este blog es más bien informal, que si no escribía una tesis y hasta aportaba ilustraciones a todo color...¿Entonces tengo obsesión o no la tengo? Ummmm qué contradictorio todo...

10.4. No soy celosa, como dice el punto 6. Al contrario me alegra cuando me entero de un nuevo embarazo, aunque sea de la perra de mi vecina (es una pitbull). Lo que de veras no soporto son esas nuevas mamás que van por ahí promulgando que lo mejor que te puede pasar en la vida es ser madre, con el proceso de embarazo incluido (estrías, varices, vómitos, sobrepeso, celulitis, manchas, etc). De hecho he apartado a alguna que otra de mi vida virtual y personal, porque eran muy plastas y porque paso de seguir leyendo sus mensajes subliminales que te dicen"ser madre es ser feliz, si no lo eres suicídate, desgraciada..." "Haz click si ser madre es lo mejor del mundo...", en fin, hay tantos... Tiene que ser bonito ser madre, no me cabe duda, pero deja de comportarte como si las que no lo somos fuéramos unas amargadas infelices sin capacidad ninguna de apreciar la vida más allá de un cigoto! 

Esto lo digo ahora, que voy de listilla. Tan solo pido al cielo que si algún día lo soy, no me convierta en una de ellas y mi muro de facebook no parezca la web de "ser-padres.com", porque entonces me cierro la cuenta (suicidio virtual).

10.5. ¿Relajada? ¿Cómo dice el punto 9? Pues sí, creo que en esto sí lo estoy. Lo que ocurre es que no lo estoy en otras facetas de mi vida, véase trabajo. Mi actual puesto de trabajo, mi actual jefe, me comen la energía de tal manera que ni siquiera las clases de yoga, donde he descubierto un mundo lleno de posturas chulísimas, donde mi espalda jamás me ha agradecido lo suficiente que me apuntase y mi cabeza llena de pájarracos ha conseguido casi vaciarse alguna que otra sesión. El estrés no es amigo de los procesos de embarazo, dicen. Incluso si no estás obsesionada con quedarte embarazada, si no consigues que todo en tu vida sea tan tranquilo como el convento de las Descalzas en Toledo city, pues me parece que todo se complica. 

En nuestro estúpido intento de predecir el futuro o de anticiparnos a él, existe una faceta humana que me divierte muchísimo practicar: Imaginar con las consecuencias de uno u otro desenlace. Incluso imaginamos cuáles serán nuestras decisiones, nuestros sentimientos. Y todavía no ha pasado nada. Con esto me refiero a decidir qué harás con tu vida si la medicina decide que no vas a ser madre, entonces...¿qué viene después? Resulta que todos tus amigos, familia, familia de tu marido...etc, sabían de vuestras intenciones y ya estaba hasta su vida organizada para la llegada del nuevo retoño. Y te presentas allí el siguiente verano, ya con 41 años, sin baby, delgada, feliz, hasta guapa y sin ningún sentimiento de infelicidad en tu rostro. ¿Qué te queda por decir para que todos piensen que en realidad lo has intentado pero te daba lo mismo serlo que no, que jamás fue una obsesión o un proyecto a vida o muerte? Hay todo un abanico de argumentos a tu favor, todos igual de solidarios y políticamente correctos. Pero como yo no soy ni solidaria ni correcta, me he visualizado mil veces a mí misma diciendo la verdad y nada más que la verdad: Pues mira, no lo hemos conseguido a la primera y hemos decidido no intentarlo más, porque es una pasta y las posibilidades muy pocas. Así que vamos a vivir la vida y si eso ya adoptaremos un cachorro que también es más barato que adoptar un crío (proceso de adopción de un niño: más duro que cinco FIV juntas y más caro). 

¿E imaginar el caso contrario? Es decir, que sí viene el crío y en algunos casos con la in vitro vienen dos juntos...Lo que me he reído pensando en la cara de marido al decírselo, todo loco buscando una casa más grande, llevando al perro a un adiestrador para que no se coma a los dos mochuelillos...Me veo subiendo cuatro pisos con el tripón cargado de niños y es que me encanta. Qué dolor, qué alegría, qué espanto todo...

En la vida hay que luchar por lo que uno quiere. Primero tiene que tener claro lo que quiere, luego tiene que saber si puede conseguirlo, luego tiene que averiguar cómo conseguirlo y lo más importante: Tiene que saber qué obstáculos hay en su camino. Porque el éxito del resultado, sea cual sea, es que uno salga victorioso, con la cabeza alta y los hombros hacia atrás, decidido a seguir con el siguiente proyecto y jamás lamentándose de lo que ha hecho, ni mucho menos de lo que ha dejado de hacer. 

No dejaré de hacer lo que haga falta para ser madre. Pero si no lo consigo, tampoco dejaré de hacer lo que sea para continuar siendo feliz. Y quizás, por seleccion natural, los que nunca serán padres, están destinados a hacer otras cosas que hagan que los niños de otros, sea como sea, sean mejores. ¿Se os ha ocurrido pensarlo así?


2 comentarios:

  1. Me ha encantado tu relato, nunca te había leído tan sincera, y sea lo que fuere, el retultado, ha de ser, como tú dices, exitoso. Mi concepto sobre la maternidad ya sabes cuál es, y simplemente el hecho de querer ser madres, para mí, es admirable, tus dudas son más que razonables, esas son las que a mi me paralizaron un día, ole tus congrios amiga!!

    ResponderEliminar
  2. No tengo dudas de lo que quiero. Eso, creo, es lo que importa.

    Pero las dudas en todo lo demás, están ahí, implacables las hijas de...Y a cada día que avanza crecen, son como las chinches. O las curas de raíz, o se reproducen jajajajajajaa

    No worries, que la vida nos ayuda a entenderlo todo!

    ResponderEliminar